Estigma

El estigma es un conjunto de prejuicios y de ideas erróneas sobre actitudes negativas hacia las personas con problemáticas derivadas de la salud mental. Implica un rechazo social, miedo y acciones excluyentes que dificultan su proceso de recuperación y de inclusión en la sociedad.

Verdades y mentiras sobre la salud mental

El estigma es un conjunto de prejuicios sobre actitudes negativas hacia personas con problemática derivada de la salud mental. Implica el rechazo social, miedo y acciones excluyentes que dificultan el proceso de recuperación e inclusión a la sociedad.

“Es frágil, inestable, negativa, extravagante,…” Solamente por el hecho de tener diagnosticado un problema de salud mental, puede ser que la familia, el entorno más cercano y el ámbito profesional atribuya automáticamente una de las tantas etiquetas. .

Mito: Somos más violentas e imprevisibles que el resto de la sociedad.

Realidad: No somos más violentas que el resto de la población, de hecho somos 10 veces más propensas a ser víctimas de delitos.

Mito: Las personas con trastorno mental no pueden trabajar.

Realidad: Probablemente trabajes con alguna persona que padezca o haya padecido algún problema de salud mental.

Mito: Las personas con TM no pueden tener hijos.

Realidad: La gran mayoría de las personas que tienen algún problema de salud mental pueden tener una vida “normalizada” con un buen apoyo y, cuando sea necesario, una buena adherencia al tratamiento.

Mito: Soy diferente y la gente me ve así.

Realidad: Una de las mayores barreras con las que se encuentra una persona con problemas de salud mental consiste en afrontar las actitudes negativas de la sociedad, así como el propio auto estigma.

Mito: Un trastorno mental es incurable e ir al psiquiatra es de locos/as

Realidad: La mayoría nos recuperamos y conseguimos tener una buena calidad de vida, aunque, en algunos casos, los síntomas pueden llegar a resultar crónicos, como ocurre en otras enfermedades (cardiovasculares,…).

Mito: No hay nada que pueda hacer para ayudar.

Realidad: La familia y las amistades son piezas fundamentales: escuchando, haciendo compañía, acompañando,…

¿Cuáles son las consecuencias?

Aislamiento, rechazo social, dificultades para participar en las actividades comunitarias, mala adaptación al lugar de trabajo, baja autoestima por el auto estigma,…

Éstas son algunas de las muchas consecuencias del estigma.